Aunque no lo creas, los bikinis son prendas muy delicadas y si quieres que te duren más de una temporada es necesario que los cuides y trates cómo se debe. Invertimos mucho tiempo buscando un bikini que nos quede bien, se ajuste a las tendencias, sea cómodo y las telas tengan calidad, por eso hoy te traemos algunas recomendaciones para que ese tiempo invertido no sea malgastado.
El sol, el agua marina, la arena, el cloro de la piscina, los bordillos rugosos...etc son factores que no podemos evitar en verano y los principales culpables de que se estropeen. Por eso, muchas veces a finales de verano vemos que nuestro bikini ya no tiene el mismo color o la tela está dañada por alguna parte (normalmente la trasera). Existen algunas recomendaciones que podemos seguir para evitar que esto pase ¡Te las desvelamos!
LAVAR A MANO Y CON AGUA FRÍA
La primera recomendación es que laves tus bikinis a mano y evites siempre el uso de la lavadora (y por supuesto la secadora, que puede que los encoja) y por supuesto nunca utilizar lejía. Para ello, tienes que usar agua fría y jabón.
Muchas veces el sol los deja un poco rígidos, en este caso puedes usar un poco de suavizante cuando termines de lavarlos y después pasarlos de nuevo por agua fría. No se recomienda el agua caliente porque la lycra es una tela muy delicada y al estar en altas temperaturas se daña con mayor facilidad.
Principalmente el cloro es el peor enemigo de tu bikini y por eso, aunque solo te hayas dado un baño en la piscina, es enjuagarlos en un barreño con agua fría para que suelte toda la sustancia y no pierda su elasticidad. Además, muchas veces también tienen restos de cremas y protectores solares que dañan la tela.
NO RETORCERLO NI ESCURRIRLO
Normalmente, cuando el bikini (o bañador) está mojado, los escurrimos y este gesto es un tremendo error. Para quitar el agua que sobra del bikini lo más recomendable es que lo dobles y con tus manos lo aprietes pero nunca retorcerlo. Recuerda que nunca debes utilizar la secadora ni la plancha.
Como bien sabes, la lycra es una tela elástica y al retorcerla se debilitará, perderá elasticidad y su resistencias. Un bikini sin elasticidad ya no sirve y hay que tirarlo.
SIEMPRE SECARLOS A LA SOMBRA
Uno de los errores más comunes es tender la ropa bajo el sol para que se seque más rápido. En el caso de los bikinis (o bañadores) es un grave desacierto. Lo más recomendable es que dejes tus bikinis al aire para que se sequen y si está debajo de la sombra muchísimo mejor. Recuerda tenderlos al revés y evitar usar pinzas para sujetarlos.
Este paso se hace principalmente para que no pierda su color ya que con el sol poco a poco se irá yendo y al final del verano tu bikini tendrá un color más claro y feo. Además, sus gomas se irán deshaciendo e incluso perderán elasticidad.
TENER EN CUENTA LA HUMEDAD Y DONDE LO GUARDAS
Cuando vamos a la playa o la piscina, siempre llevamos un bikini de repuesto para cambiarlo cuando queremos estar secas pero ¿Qué hacemos con el bikini mojado? Normalmente lo metemos en bolsas de plástico y esto es un tremendo error porque se recalienta y el proceso de desgaste se acelera.
Te recomendamos que para los bikinis que estén mojados, los envuelvas en una toalla pero si no tienes una a mano puedes utilizar una bolsa de red.
GUARDARLOS CORRECTAMENTE EN EL CAJÓN
Probablemente este sea el paso más importante y al que debes prestar mayor atención. Se recomienda lavarlos (aunque ya esté limpio el bikini) antes de guardarlos en el cajón hasta el verano que viene. Puedes usar la lavadora siempre que sea un programa para ropa delicada.
Cuando esté totalmente seco, lo doblamos con mucho cuidado en una bolsa de tela (su propio packaging) para protegerlos de la humedad, polvo y otros factores ¡Estará perfecto para el verano siguiente!
Desde el gran equipo de Quelton, nos ocupamos de asesorarte desde el diseño y personalización de tu bikini hasta su cuidado para que dure el máximo de tiempo posible en tu armario ¡No olvides preguntarnos cualquier duda!
¡Muchas gracias por leernos!